Yndicio 8

66 el nivel macro es directamente con los procesos empresariales, su capacidad de gestión, su plan y estrategia, la gestión tecnológica y de innovación, entre otros elementos. Al estudiar las capacidades tecnológicas como elemento de la competitividad, Tapias ase- gura que el cambio tecnológico no sólo cambia la naturaleza de los bienes, servicios y mercados; también cambia las prácticas empresariales y la forma de competir de las empresas. Cada patrón tecnológico conduce a cambios en productos, en sus procesos y en sus formas de competir y de interactuar con su entorno (Tapias, 2005). En la literatura existen numerosos modelos de análisis que se dedican a determinar la compe- titividad de las naciones y también regiones. Estos modelos no son aplicables directamente a las empresas, sin embargo, proporcionan información valiosa que sirve de base para seleccionar elemen- tos específicos y categorías fundamentales que permitan medir la competitividad de organizacio- nes en particular. Un análisis de diferentes autores como Por- ter, con su diamante de competitividad; el mapa de competitividad del BID explicado por Saavedra; el Modelo del IMD ( International Institute for Manage- ment Development ) expuesto por Jiménez; y el del WEF ( World Economic Forum ) detallado por Sola- no, Pérez, y Uzcátegui, dan una perspectiva de la competitividad medida a nivel país. A nivel empresarial sobresalen los estudios realizados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE); Jiménez en su adaptación del modelo IMD para empresas; Ibarra, Gonzáles y Demuner presentan una integración de todos los aspectos de una empresa para análisis de competitividad que se lleven a cabo y generan las dimensiones de la competitividad empresa- rial; y por su parte, Rojas, Romero y Sepúlveda, proporcionan elementos de medición de la com- petitividad que involucran factores internos de la empresa, sectoriales, sistémicos y de desarrollo microeconómico. El siguiente cuadro presenta un detalle de los ejes (factores generales) derivados de los modelos vigentes en la actualidad para medir competitividad: •Nubes públicas: se administran externa- mente por terceros. Los contenidos de dis tintos clientes pueden encontrarse ubicados en los mismos servidores y sistemas de almacenamiento. •Nubes privadas: el proveedor es propieta- rio del servidor, red y disco. Él puede decidir cuáles usuarios están autorizados a utilizar la infraestructura. •Nubes híbridas: combina nubes públicas y nubes privadas. Hernández y Florez agregan otro modelo, que complementa lo anterior: se trata de las nubes comunitarias, donde la infraestructura de nube la comparten diversas organizaciones y soporta una comunidad específica que tiene preocupaciones similares (Hernández & Florez, 2014): Gracias al incremento exponencial de las tecnologías en general, se puede anticipar que la mayoría de los servicios informáticos se desple- garán como modelos de computación en la nube (Breeding, 2012). Lo anterior incluye a la automa- tización en su esencia básica, misma que permite disminuir la necesidad de recurso humano y poten- cializa la capacidad de reducir recursos, tiempo y costos en los procesos, lo que a su vez genera un impacto en la competitividad de las empresas. Las tecnologías de automatización y de computación en la nube, han ido evolucionando e incrementando su presencia y trascendencia con la capacidad de lograr que las empresas generen condiciones que integren diversos elementos que influyan de manera directa e indirecta en su competitividad. La automatización constituye uno de los objetivos primordiales de las organizaciones que persistentemente están en la continua tarea del lo- gro de la competitividad en un entorno cambiante y agresivo. En su concepción sistémica y en la compe- titividad interactúan cuatro aspectos endógenos y exógenos de los que depende, condiciona y modela el desempeño competitivo. Taxonómicamente ha- blando, estos niveles de análisis de competitividad son: micro (empresa), meta (industria), meso (región) y macro (país). (Cabrera, López, & Ramírez, 2011). Al considerar la complejidad del término competitividad, este estudio se limita al análisis micro y, a nivel empresarial, la competitividad se deriva de su ventaja potencial en los métodos de producción y organización (precio y calidad de pro- ducto final) frente a sus contenientes específicos (Romo & Abdel, 2005). Este enfoque que involucra Impacto de las tecnologías de automatización y computación en la nube ndicio Y

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