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INTRODUCCIÓN En 2007 impartí un curso de filosofía a distancia en el Campus de Cuernavaca del Tecnológi- co de Monterrey. Nunca llegué a conocer personalmente a mis casi cuarenta estudiantes de preparatoria del Campus de Toluca: la clase, la tutoría, las correcciones de los trabajos y la entrega de califica- ciones fue gestionada a través de la plataforma computacional Blackboard , del correo electrónico institucional y del Messenger. Se trataba de un curso de filosofía, diseñado por el Mtro. Salvador Olguín, al cual solo pude conocer a través del Messenger , responsable de todos los campos que convergen en la experiencia de una clase: la selección de contenidos, el material, las activi- dades, los criterios de evaluación y hasta las rúbricas específicas con las que debíamos evaluar. Se trata, por tanto, de una estructura académica vertical, donde el curso es planeado al deta- lle por un equipo de especialistas y llevado a cabo por un equipo de instructores, previamente capacitados para ello. En total, en el semestre de primavera 2007 éramos un total de 10 pro- fesores, para un total de 498 estudiantes, con una ratio media estudiante/profesor que rozaba los 50 estudiantes de 10 profesores, para un total de 498 estudiantes. Los aspectos más relevantes a mi juicio, del curso son lo siguientes: Los estudiantes tienen acceso al programa completo desde el inicio del curso. Su consulta, además, está editada de manera amigable y atractiva para un público adolescente, con pantallas llenas de colores y manejo interactivo. El contenido de estudio se divide en cuatro unidades relativamente autónomas, con una introducción, un mapa mental que sintetiza las ideas más importantes y una serie de actividades de aprendizaje en cada una de ellas. Su elección se adecúa al umbral de reflexión de los estudiantes, y a sus intereses y experiencias culturales. Por ejemplo, para abordar el problema filosófico de la percepción el curso se refiere a una película de mucho éxito entre el público joven y que en español fue traducida como “Y tú, ¿qué coño sabes?”. Y para simplificar la historia de la filosofía occidental se recurre a un best-seller como “El Mundo de Sofía”. 1 Contenidos: