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en dos tendencias; la sistemática que concentra su instrucción en un sistema escolar caracteri- zado para transmitir una serie de conocimientos que contienen “cierta especialización y conteni- do técnico”, que se argumenta en conocimientos transmitidos o heredados en libros –la tradición enciclopedista–. La espontánea que se transmite por medio de la socialización, del intercambio de ideas, costumbres y posiciones. Posee un conocimiento relacionado con la vida cotidiana, con la práctica y la experiencia. Ambas líneas o tendencias necesitan complementarse dentro de una propuesta educativa para lograr la integración y el desarrollo social por medio de la educación. Las intenciones de Dewey se orientan en la ten- dencia de entender a la educación como un pro- ceso implícito de la integración, la comunicación, el desarrollo y todas aquellas relaciones que se generan al interior de las mismas sociedades, por lo tanto, los ambientes que rodean el desa- rrollo de tal proceso se ubicarían en un marco de igualdad y democracia en donde la partici- pación del Estado no se orientará solo a conso- lidar la cohesión social sino al reconocimiento de lo diverso como parte de una realidad social. En las interpretaciones de ambos autores coincide el manejo de algunos conceptos que ayudan a fundamentar las acciones de la educación dentro de la organización social en la tarea de consolidar: “la cohesión, la integración, la comunicación, la transmisión, la socialización y la certificación de conocimientos” que resultan útiles para consolidar la formación de los sujetos que se encargarán de garantizar la reproducción social.Ambos autores reconocen también que la educación necesita funcionar bajo una perspectiva sistémica que se ve institucionalizada en las funciones de un Estado que propone e impulsa las condiciones en que se organiza su desarrollo, la composición e integración de los niveles, la definición de sus objetivos, los fines, las metas y en general la política educativa. LA FUNCIÓN DE LOS SISTEMASen los s i s t e m a s E D U C A T I V O S E N E L D E S A R R O L L O S O C I A L En las sociedades contemporáneas el desarrollo educativo se ha sustentado desde la acción de un conjunto de instituciones que se integran entre sí de manera sistemática para garantizar el desarrollo, el financiamiento, la planeación, la permanencia y vigencia de los programas educativos. Sus opera- ciones son sustentadas y legitimadas en un marco institucional que es respaldado por la política educativa que promueve el Estado en la función de consolidar la educación al interior del país. Cada sistema sostiene principios ideológicos, filosó- ficos, jurídicos, culturales, teóricos y económicos que identifican las pretensiones y justifican las acciones que socialmente orientarán su función y desarrollo. Las acciones que realizan los sistemas educa- tivos se constituyen en respuesta a dos con- textos sociales; el interno y el externo. En el primero, la perspectiva se centra en satisfacer las necesidades que impone la realidad social del país. En esta pretensión los programas, los enfoques y los contenidos curriculares estarán enfocados a responder a una conceptualiza- ción que enmarca una ideología nacionalista. En el contexto externo el sistema busca hacer compatibles sus funciones con la realidad so- cial que se desarrolla en los escenarios inter- nacionales los cuales integran dinámicas so- ciales que caracterizan a otras organizaciones sociales y que pueden ser factibles de conec- tarse, integrarse, extenderse y hacer compati- bles los planes, los programas y las acciones que orientan el desarrollo del proyecto nacional. Los factores políticos, geográficos, culturles y económicos resultan determinantes en la con- solidación contextual de los sistemas.

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