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El erotismo El erotismo es el elemento primordial, según lo explica Georges Bataille , para hacer posible el pasaje del animal al hombre, y eso sucedió cuando el hombre comprendió a su finitud fren- te a la muerte y sintió el deseo. En esa imagen vemos la representación del erotismo frente a la muerte. Las pinturas rupestres de Lascaux son subli- mes y son a la vez los primeros balbuceos de esta nueva expresión y lenguaje del hombre, siendo el nacimiento del arte en su forma originaria. Estas imágenes salen de su conoci- miento previo de este plexo de relaciones que ningún otro ejemplo artístico había desvelado. Son el comprender y el poder ser dejado por nuestros semblantes como mensaje para la humanidad. Observamos en este ejemplo de pinturas ru- pestres la apropiación del espacio por el color y las texturas. Son efectivamente las huellas de las manos en negativo y positivo que el hom- bre ha dejado sobre la pared. Las impresiones de aquellas manos fueron realizadas con una técnica artesanal sofisticada a base de pigmen- tos minerales de color. La muerte Bataille establece una relación entre el arte, el erotismo y el proceso que consiste en la transformación humana. El arte es ante todo una oposición al trabajo, es decir, al orden esta- blecido y a lo profano. El arte es esencialmente un juego que se revela frente al trabajo. Lo que atestiguan las pinturas de Lascaux es el pasaje del mundo del trabajo al mundo del juego. Ese pasaje gradual que atestigua Lascaux es el de un mundo ordenando por el trabajo y regido por la búsqueda de un fin y de una ganancia al descubrimiento de este mundo puede ser turbado por dos cosas: la muerte y la sexualidad, revelando nuestra animalidad. Ahora bien, Bataille descubrió, en las pinturas de Lascaux , este mundo que ordenó el senti- miento de lo prohibido. El autor sostiene que “Así, lo mejor que uno puede hacer es recordar que no se está hablando el único lenguaje posible que alrededor de la apertura que pro- porcionan nuestras comprensiones del ser hay una apertura mayor a otras comprensiones del ser aún no exploradas. Más allá del mundo al que se accede por nuestras palabras ele- mentales existe el silencio de otras palabras, Igualmente elementales, aun no pronunciadas […] Heidegger esta diciendo que la posibilidad de escucharlas frente al trasfondo de aquel silencio, ser consciente de este silencio. Ser originario es tener la capacidad de conocer que cuando realizas una comprensión del ser, cuando construyes una casa del ser hablando un lenguaje, automáticamente estas renun- ciando a multitud de otras posibles compren- siones del ser dejando sin construir una multi- tud de casas de diferentes diseños.” El nacimiento del arte en Lascaux o el naci- miento del arte, Georges Bataille , nos habla del milagro de Lascaux que se puede apre- ciar en las cavernas a través de las pinturas paleontológicas donde el hombre de Lascaux creo “de la nada este mundo del arte, en don- de comienza la comunicación en los espíritus. Este mensaje sin ningún otro equivalente, nos llama el recogimiento de todo el ser” ( Bataille , 18). Nos dice Bataille que podemos ver en Lascaux el signo de nuestro animalidad y que es para nosotros el primer signo tangible de nuestra presencia en el universo. Así es que el Homo Sapiens , el hombre nuevo del paleolítico superior, experimentó la capa- cidad que disponía para dejar su huella como presencia en el mundo y con ello surgió el na- cimiento del arte, se enfrentó a la facticidad del mundo, y su comprender dio la apertura para su trasformación al realizar esta obra genial. En primer lugar, el arte es, y ante todo sigue siendo, un juego, es el paso del mundo del trabajo al mundo del juego, que es el mismo tiempo el paso Homo Faber al Homo Sapiens . El hombre reflexivo, el hombre que se cuestio- nó acerca de su finitud.