Yndicio 6

Cuando emprendemos procesos de investiga- ción doctoral, partimos de la existencia de los paradigmas que incluyen una o varias teorías, claro, pero no es posible concebir proyectos en este nivel si no se producen nuevos cono- cimientos, o se agregan a otros ya existentes, o se cuestionan los viejos. Además, es posible enfocarse en unas series temáticas de crucial importancia, que abarcan formas superadoras de acción política y aspectos morales y éticos que se debaten en esta sociedad, para lo cual es necesario concentrar esfuerzos científicos sociales de distintas disciplinas. (Sautu, et al., 2005). Recapitulando: cuando nos encontrábamos en la etapa de formulación del proyecto doctoral, realizamos un ejercicio de revisión-selección de autores, y fue necesario contemplar tres ni- veles (ver Esquema 1): 1. Hacer ejercicios de replanteamiento de las teorías 2. Reconstruir y valorar los niveles de sus corpus conceptuales 3. Hacer propuestas alrededor de pre- guntas específicas: a. ¿Cómo se utiliza la teoría para determi- nar los datos? b. ¿Cómo abordar lo cuantitativo y lo cua- litativo de los datos? c. ¿Cómo proponer nuevos conceptos teóricos de lo cuantitativo y lo cualitativo que configuren una nueva teoría, o el complemen- to de otra? 9 “Prácticamente toda especialidad científica cuenta hoy con matemáticos entre sus empleados. En las ciencias poco desarrolladas suele apelarse a los matemáticos una vez conseguidas las observaciones, con objeto de que elaboren los datos. Se supone, en efecto, que la elaboración de datos es una manipulación numérica, la cual com- primirá y organizará los elementos de información hasta conseguir leyes; algunos llegan a creer que el matemá- tico conseguirá resolver los datos hasta que aparezca una teoría completa, con todos sus requisitos. Esta suposi- ción es errónea: no hay que llamar al matemático in articulo mortis , cuando ya se ha terminado la recolección de datos sin el beneficio de ideas claras; y tampoco hay que esperar que el matemático destile una teoría a partir de los datos, porque las teorías no son emanaciones de los datos.” (Bunge, 1975, p. 503). La teoría es básica, fundamental, en cualquier proyecto de investigación, aun en aquellos que ostentan su pragmatismo o su aspiración a dejar que los datos “hablen por sí mismos”, como si eso fuera posible. Los datos no hablan solos, no lo pueden hacer, a no ser que tengan el apoyo de la teoría, porque ésta les propor- ciona el don del lenguaje. 9 Entonces, replantearnos el papel de la teoría como sistema de ideas muy compacto (Bunge) que está presente en los hechos, y “abarca una amplia gama de ideas, conceptos, formulacio- nes, enunciados, etc., que pueden servir de so- porte a una gran variedad de procedimientos metodológicos diseñados para responder a objetivos de investigación (deducidos y sus- tentados en la teoría).” (Sautu, et al., 2005, p. 8), tiene sus consecuencias epistemológicas. El nivel 2 que contemplamos atrás, lo desarrolla Sauto y colaboradores, e implica: a) Asignar a la reflexión teórica un rol cen- tral, ya que postula que el progreso del cono- cimiento está apoyado por la profundización de una discusión teórica que cuestione el sig- nificado de los resultados de la investigación empírica y sus interconexiones. Una buena obra de reflexión teórica nos abre el mundo de la imaginación en ciencias sociales (socio- lógica, psicológica, política, económica, etc.) porque contribuye a que pensemos con ma- yor profundidad los problemas, nos da ideas; en cambio, la acumulación de datos estadísti- cos por sí mismos nos dice poco. 74

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